domingo, 25 de mayo de 2014

Gori de Palma


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Gori de Palma diseña, y lo hace muy bien. Es uno de esos casos en los que se nace con talento desde la cuna, con curiosidad, con iniciativa para ganarse la vida y con muchas ganas de hacer cosas. Su última colección, Witch House, es la protagonista en el editorial de moda de este número (página XX), y charlamos con él sobre sus inicios, su trayectoria, su colección, y sus próximos proyectos. Si estás interesado en los avatares de la moda, sigue leyendo; y si no, también.

Tu primera colección pudo salir a la luz en 2004, en la pasarela Gaudí. ¿Cómo nace Gori de Palma como marca?
Gori de Palma es un proyecto que empezó siendo un sueño individual. Después de terminar la carrera, y tras presentarme a varios concursos de moda con éxito me planteé salir al mercado, con un pequeño local en el Borne donde desarrollar mis inquietudes. Fue allí donde conocí a René. Una maravillosa persona que en ese momento estaba vinculada al comité de selección de Pasarela Gaudí, y me animó a que me presentara. Yo en ese momento no le dí mucha importancia, así que más tarde se presentó directamente con el comité de selección en mi tienda. Y bueno, lo demás ya es historia. 

Comentas la importancia de los concursos para jóvenes diseñadores como vía para financiar sus colecciones, pero, ¿qué hacer cuando no se cuenta con esta posibilidad? 
Siempre hablo de la i  mportancia de los concursos, no sólo como vía de financiación, sino aún más importante como modo de darse a conocer a los medios. En mi caso me ayudo mucho, debo decir que monté mi primera tienda con uno de esos premios. Hoy día hay una interacción entre concursos y pasarelas oficiales muy fuerte, por lo cuál es de suma importancia participar, y ganar, para poder llegar a las pasarelas. 

¿Es complicado buscar financiación externa?
Al principio es muy muy muy complicado. Es normal que nadie confie en ti cuando aún no te conocen. Es muy duro al principio, has de ir al límite. Combinártelo con otros trabajos, sacar tiempo de donde sea para desarrollar las colecciones, vender el coche, un préstamo, dos, tres... Yo llegué a hacer un desfile con una Visa Oro que me dejaron en el buzón de casa, y sólo tuve que activarla por teléfono. Pero es que es así, hay que conseguir constancia en tu trabajo, un nombre, pasarelas, prensa y empezar con las venta; y poco a poco empezar a financiarte tu mismo buscando el equilibrio entre producto, prensa, ferias y ventas. No hay otro truco. 

Carpintero naval, restaurador de coches y motos… Continuar ejerciendo de artesano parece una evolución lógica. ¿Fue complicado atreverse a dar el paso con la moda?

Mi caso es un tanto peculiar: cerré mi taller de restauración de coches y motos antiguas en Palma, y me fui a Barcelona a cambiar de aires. No era nada definitivo, la idea era volver a abrir, pero ya sabes, necesitaba un poco de aire, desintoxicarme un poco. Me apunté a un curso de Diseño de Moda, porque siempre era algo que me había interesado: la ropa vintage, las cazadoras de cuero antiguas, el calzado... La idea era aprender a hacer patrones, cortar, coser, para poder hacerme mis cosas, sin ninguna pretensión más. Pero poco a poco, especialmente en lo relativo al patronaje y a la confección, me fue atrapando; del primer año pasé al segundo, y bueno, cuando me dí cuenta estaba absorto en una profesión nueva que para mí era un chute de energía constante. Ahí fue cuando me di cuenta de que quería probarlo. Siempre he sido autónomo, he creado mis propios trabajos, me gusta estudiar y aprender a hacer cosas diferentes, en los barcos, en las motos o en la moda. Así que cuando terminé de estudiar, empecé con los concursos, y de ahí a mi primera tienda como una consecuencia lógica. Pero nunca me lo planteé como complicado y mucho menos una cuestión de atrevimiento, más bien fue “mira esto es lo que me gusta ahora, voy a hacer algo y veamos que pasa”. 

Las reminiscencias de la música punk o postpunk están claras en tus colecciones. Imaginemos que un día Gori de Palma sale a la calle y se encuentra a una joven vistiendo un diseño tuyo pero interpretado de forma que poco o nada tenga que ver con la cultura underground. ¿Qué pasaría?
Mira, eso me parece algo excelente. Admiro la personalidad en la gente, admiro el estilo individual, el todo vale (mientras tengas argumentos para defenderlo). El verdadero underground está lejos de un look estereotipado, esta a mil jodidas millas de eso. La cultura underground es así porque siempre se ha desvinculado del gusto colectivo. Personas como la que mencionas, son las que crean la moda, porque no se adhieren a nada sino que crean su propio discurso. 
Vivimos en una época en la que la moda está más que democratizada. 

¿Las tendencias han perdido su esencia? ¿Han tenido alguna vez sentido?
Odio las tendencias, quiero pensar que cada vez menos gente se preocupa por eso. Cada vez hay más personas demostrando tener una actitud más individual, están cansados de que les digan lo que hay que ponerse, cuando y como. Es algo absurdo, la esencia tiene que buscarla cada uno de nosotros.Yo solo creo en la personalidad y en el estilo individual.

El color negro es un hilo conductor en todas tus colecciones. ¿Por qué? ¿Representa la maldad y la perversión, o hace que las colecciones sean imperecederas?
De eso se trata, lo he dicho mil veces y lo repito. Porque esa es la identidad de mi marca y es todo un reto analizar las infinitas connotaciones del negro. El negro transmite esa seriedad y autoridad que busco en las prendas, es el color de la rebeldía, el color de la dominación. El negro es el color del rock, representa las experiencias negativas o peligrosas. Para mí, el negro es más que un color, es un estado de ánimo, un modo de hacer las cosas. 

En tu última colección, Witch House, introduces el blanco, con piezas originales del S XIX, cortinas incluídas. ¿Cuál es el truco para que la mezcla entre la música witch house y la aristocracia del S. XIX converjan en unas prendas tan maravillosas?
Gracias, me alegro que tengas esa opinión. Mira, me gusta mezclar referentes. Especialmente en lo relacionado a las subculturas o los movimientos músicales. Es un modo de afrontar un “viejo” tema y renovarlo por completo, o al menos desde una nueva óptica. Al mezclar referentes distintos y opuestos, nacen nuevos conceptos. He mezclado post punk con skins, moteros y transparencias, etc. Te voy a decir porque mezclé la música Witch con la aristocracia del siglo XIX, y te vas a reír. Cuando buscaba referencias culturales del witch house en Google, siempre me aparecían fotos de muertos del siglo XIX vestidos de ceremonia (witch house – casa de brujas). Así que cuando me dí cuenta tenía más fotos de espíritus y muertos que del movimiento Witch House en sí mismo. Así que me pareció una idea interesante mezclar ambos conceptos en busca de un estilo Witch House más elaborado, y menos street como el que vemos.  


Foto: Pedro Reguera



¿Qué podremos ver en tu próxima colección?
Mi siguiente colección, que presentaré en enero, vuelve al mundo de los vivos. Se llama “El Origen Del Mal”, y está inspirada en los conflictos bélicos de Oriente. Es una reflexión sobre el mal, el egoísmo ilimitado del ser humano y la pérdida de la inocencia, a la vez que plantea preguntas sobre nuestro modo de vivir y la coexistencia.  Veremos negro, pero también mucho verde militar, turbantes, camisas muy largas, y en general la fusión de una estética que une dos sociedades opuestas: la occidental y la oriental. 

Y por último: fondo de armario, ¿sí o no? 
Sí. Siempre.






















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